miércoles, febrero 24, 2016

Kilómetro 89

El trayecto en coche de Loreto a Mulegé, en Baja California Sur, es un espectáculo que eriza la piel. Los acantilados al pie del camino, las diversas tonalidades del mar, los sahuaros en lugar de los cocoteros y el horizonte granítico son postales que toda persona debería contemplar antes de morir.
Entre el kilómetro 89 y el 90 de esta carretera -antes del Requesón y El Burro- hay una playa solitaria de difícil acceso. Ya habíamos escuchado algunas historias sobre playas escondidas que sólo unos cuantos tenían la fortuna de visitar: y ¿quién iba a pensar que entre esos afortunados, estuviéramos nosotros?
La descubrimos por accidente, gracias a un pedazo de madera apenas visible con la palabra Entrada pintada a mano en letras azules. Al ver el letrero entre la maleza, detuve el coche a la orilla de la autopista, en plena curva, para bajarnos a ver de qué se trataba. 
A lo lejos se apreciaba un techo de palma como único indicio de la mano del hombre. Entre los matorrales, una brecha de rocas y arena se abría paso y descendía accidentadamente hasta una hermosa playa rodeada de peñascos, arena casi blanca y agua que iba del turquesa al azul marino.
Batallamos un poco para llegar con el carro, pues había muchos pozos y tierra suelta; pero una vez en la playa, pasamos ahí casi toda la tarde. El agua estaba helada, pero aún así me metí a nadar un buen rato. Arrastraba los pies en la arena para evitar pisar alguna mantarraya, consejo que me había dado un lugareño al expresarle que andábamos en busca de playas solitarias. 
Al salir del mar me percaté que a lo lejos había una cabaña que no habíamos visto durante el descenso por la brecha. Era una pequeña choza destartalada que parecía que iba a ser volada por el viento.

Me tallé los ojos para eliminar el exceso de agua en cejas y pestañas, y, al recobrar la vista, me pareció ver que alguien se asomaba por la única ventana de la vivienda. Saludé ondeando la mano, pero mi saludo no fue correspondido, por lo que pensé que la silueta era sólo una ilusión óptica provocada por el calor y el agua salada que me había entrado en los ojos. Descansamos un rato a la orilla del mar y un par de horas después decidimos continuar con el recorrido.
Subimos al coche, lo puse en marcha y manejé el escarpado camino que ascendía hacia la carretera. Al doblar, alcancé a ver la cabaña y la señalé. Esta vez los dos vimos una silueta que se posó en la ventana y ahí se quedó: inmóvil, contemplándonos. Saludamos, pero no obtuvimos respuesta.

Aquel lugareño que nos platicó de las playas escondidas, nos dijo que éstas "lo escogen a uno", y que además, tienen "sus guardianes".

Ya desde arriba, a la orilla de la autopista, nos bajamos del coche para echar un último vistazo a la playa, a manera de despedida. La silueta en la ventana de la choza ya no estaba. Tampoco el pedazo de madera que decía Entrada en letras azules.
Seguimos nuestro viaje de Loreto a Mulegé.

Si alguna vez dan con esta playa, no dejen de saludar a su guardián.


viernes, febrero 12, 2016

Negocios que han respetado árboles

A continuación les comparto un breve escrito -y algunas fotografías a manera de prueba- cuya única finalidad es brindarle un aplauso al amor verde que a algunos negocios de Monterrey ha llegado, decidiendo así, respetar frondosos árboles dentro de sus instalaciones.

-El estacionamiento de Viva Aerobus, en avenida Eugenio Garza Sada:
-El Escondite Taurino (lástima de nombre), un lugar ubicado en el pintoresco estacionamiento de la taquería La Mexicana y el restaurante Los Frijoles, en la esquina de Guerrero y Espinosa, en el centro:
-En el Seven Eleven de Alfonso Reyes, entre Garza Sada y Revolución, hay un imponente nogal que pareciera brotar de los cartones de cerveza. Esta sucursal también cuenta con estacionamiento para bicicletas y bancas para el convivio sano. Ojalá todas las tiendas de esta cadena diabólica fueran así; lástima que sea la única en su tipo en la ciudad (y quién sabe si en México), snif.
-El Home Depot de Carretera Nacional, en el área de "Jardinería", tiene esta belleza:
Si conocen algún otro lugar en Monterrey y su área metropolitana que haya conservado uno o varios árboles al momento de su construcción, háganmelo saber, para ir a tomarle unas fotos, hacer una segunda parte de este minúsculo reportaje y así redimirnos un poco de las malas noticias que emanan a diario de esta podrida ciudad.

lunes, febrero 08, 2016

Crónica de un viaje amarillo

Amanece en Izamal, un poblado de Yucatán -a 70 kilómetros de Mérida- cuyas construcciones tienen el color del sol.
Hotel San Miguel Arcángel
A $653 pesitos la noche.
En el hotel hay una pirámide muy bien conservada, transformada en terraza.
En Izamal hay un imponente convento franciscano. De hecho, el Papa Juan Pablo II visitó este lugar en 1993. Si fuera religioso, me interesaría este dato y posiblemente tendría un orgasmo provocado por la emoción; pero como no lo soy, me quedo con la belleza de su arquitectura y con el cuento de que San Francisco de Asís fue el primer animal lover famoso.
Foto de Fabiola Garza
El medio de transporte más común en Izamal es la motocicleta y la bicicleta (sí, podría ser un paraíso hípster, pero qué bueno que no lo es). De hecho, es bien raro, porque uno se siente como en el futuro al entrar a las tiendas de conveniencia y ver a todos los clientes con sus cascos puestos. Cada que los veía me imaginaba que al salir a la calle se pondrían una mochila-cohete en los hombros, le picarían a un botón y saldrían disparados por los aires. También noté que los motociclistas más jóvenes usaban el casco al revés, como si fuera una especie de código o moda para diferenciarse de los adultos.

Para los turistas existen las calandrias: carruajes kitsch jalados por un caballo. Poniéndome medio extremo y sentimental, snif, me parece contradictorio que, siendo San Francisco de Asís el santo del pueblo, se explote de una forma tan ridícula a los animales; pero bueno, imagino que "lo hacen por el turismo" y así sí se vale.
Foto de Fabiola Garza
Foto de Fabiola Garza
Izamal fue declarado Pueblo Mágico por la Secretaría de Turismo del gobierno federal mexicano, uno de los pocos programas que me laten del gobierno; y a veces ni tanto, pero bueno, no entraré en detalles... Les comentaba que Izamal fue construida sobre los vestigios arqueológicos de una importante ciudad maya. El poblado y las pirámides interactúan de forma armoniosa, creando un contraste único entre la arquitectura colonial y el estilo megalítico de las ruinas y cerros. Kinich Kak Moo, la más grande de todas las pirámides, edificada en honor al Dios del mismo nombre, puede verse desde prácticamente cualquier punto de la ciudad. Los guardianes de estos lugares sagrados, son los perros. 
Rentamos unas bicicletas y recorrimos tranquilamente Izamal casi hasta la media noche: sin patrullas haciendo rondines, sin camionetotas sospechosas, sin gente temerosa, sin suciedad en el aire, sin más ruido que los ecos de una civilización pasada. Un paraíso amarillo. No se lo pierdan. ¡Vayan!

martes, febrero 02, 2016

AVISO

Hay un perfil falso en Facebook con mi nombre y mi foto que anda trolleando raza. NO SOY YO. Si me pudieran ayudar a denunciarlo, se los agradecería muchísimo; neta que sería tanta mi gratitud, que el día en que nos llegáramos a topar y me dijeran: "¡Hey, Guffo, yo denuncié a tu usurpador!", les invitaría una cerveza orgánica vegana artesanal sin gluten con agua de volcán o una malteada de vainilla en una fuente de sodas rockabilly, lo que ustedes elijan.
Nunca he tenido Facebook. Sólo Blogger y Twitter. Apenas ayer abrí una página llamada Guffo 24/7 Cartoons, donde subiré un dibujo quesque gracioso todos los días a partir del lunes 8 de febrero a las 9:00 horas. Ahorita apenas le estoy agarrando la onda a esa plataforma, pues recuerden que en eso del feis soy como un hombre de las cavernas descubriendo el fuego, snif.

Y no, esto del usurpador de identidad no fue una "estrategia de marketing" para promover mi nueva página; aunque admito que hubiera estado bien chingón, jajaja. Feliz Día de la Candelaria.