domingo, mayo 31, 2009

Real Academia de la Peda

Esta definición me la dijo ayer un compa muy culto:
Cantina
(Del it. cantina)
Lugar en que los hombres se hacen un poquito putos y los putos se hacen un poquito hombres.

jueves, mayo 28, 2009

Un día en que no puedes pedir más

Ayer la vecina me trajo enmoladas. Le dije que qué amable, que no se molestara, que qué detallazo. Me dijo que lo hace con gusto: que me ve viviendo solo y le da "cosita" pensar que no como bien. ¡Snif! Salí en defensa de mi madre. Le dije que mi mamá me invita todos los días a comer y que mi abuela enferma me sigue mandando mis lentejas, mis habas y mis garbanzos congelados –semana con semana- para que crezca fuertote como "Hulk". Bueno: mi abuela dice que como "Chanoc", pero ella se quedó en otra época.


Fue un pedo llevarme las enmoladas a la oficina. No tenía un “tupperware” para meterlas. Al plato de la vecina le puse una bolsa de plástico de Soriana para que no se chorrearan y asunto arreglado. A la hora de la comida, el pinche Cucho no dejó de mirarme fijamente a los ojos. "Te da diarrea, pinche Cucho. Tú no puedes comer de esto", le dije. Pero el cabrón se las saboreó en todo el rato que me las estuve comiendo. Me sentí mal.


Fue un día bueno, a pesar de que sufrí cuando cagué las enmoladas.
Acostado en la penumbra (¡ay, qué bonito se lee éso!), contemplando mi acuario, pensé que con las lentejas, las habas y los garbanzos de mi abuelita, no suceden esas cosas al ir al baño.


P.D. El puntito verde que ven a la izquierda, es una lucecita del microondas.

miércoles, mayo 27, 2009

Pollos a la mostaza con el Filósofo de Cantina

Estábamos en el taller de un amigo asando pollos a la mostaza. Fue la primera vez que vi al Filósofo de Cantina fuera de El Zacatecas. De hecho, la receta de los pollos es de él.

Había un gatito maullando cerca, pero nunca supimos exactamente dónde estaba. Cuando fui al Seven Eleven por más cerveza y unas servilletas, también compré una lata de atún. La puse en un rincón del taller para ver si el animalito se animaba a salir, pero nunca se apareció.

Maullaba y maullaba. Maulló toda la noche. Comencé a pensar que estaba atrapado o con las patitas rotas o que había caído en un pozo y tenía hambre.

La noche con mis amigos, bebiendo cerveza y comiendo pollo no fue tan relajante como la había imaginado. El gato me mantuvo intranquilo todo el tiempo. Aunque la música los disfrazara, yo los seguía escuchando de fondo: pesaban más sus maullidos que las notas de cualquiera de mis bandas favoritas.

El Filósofo de Cantina fue el único que notó mi malestar y aplaudió discretamente mi acción con la lata de atún. A todos los demás les valió madre. Es mas: puedo asegurar que ni siquiera escucharon al gato.

“Dicen que así es la conciencia: que nunca se calla, que te persigue por las noches, que no te deja dormir ni vivir… Dicen que sólo aquellos de espíritu abyecto la pueden callar, pueden escapar de ella y dormir y vivir tranquilos.
No ser un ojete tiene su precio, Gustavo”
-me dijo el Filósofo de Cantina la primera vez que no lo vi en El Zacatecas.

martes, mayo 26, 2009

Me niego a dibujar cosas nacas

Un conocido me pidió que le hiciera un logotipo para un negocio de tacos de carne asada que va a abrir próximamente. El “logotipo” quiere ponerlo en grande en una de las paredes del fondo del local. Las personas creen que ya porque uno sabe dibujar monitos también sabe rotular y pintar bardas.

-Mira, Guffo: quiero que me dibujes a mí, a mi papá y a mi abuelo, que en paz descanse, abrazados y cargando un robalo o una mojarra grande. De fondo quiero que se vea una presa y una lancha que diga “La Bonita”. A los lados, si se puede, quiero que le pongas unos rifles: así como que enmarcando el dibujo. Es que el restaurante se va a llamar “Los Tres Compadres”.

¡Toooioioioing! (sonido de tornillo que se acaba de botar)

Le dije que sí y después me quedé callado. No tuve el valor para robarle la ilusión de su horrorosa y naca idea. Vieran cómo se le iluminaba el rostro cuando me hablaba de los viajes de pesca y cacería que hacía con su abuelo. Creo que me contó todo eso para “justificar” el “logotipo”

No tuve el valor de decirle algo en ese momento, pero aquí mismo se lo diré. ¡A chingar su madre los buenos modales y la tolerancia que prometí!

Mira, “amigo”: así me pagues en dólares, no voy a dibujar esa mamada, porque eso es: una mamada. ¡Es un restaurante de tacos de carne asada! ¿Qué vergas tiene que andar haciendo ahí tu abuelo muerto, un robalo, una presa y una lancha que se llama “La Bonita”? No, no, no, no, es que no mames, vete a la verga... Y todavía me dice el inocente: “…si se puede, ponle unos rifles enmarcando el dibujo”. ¡No, no se puede, pendejo, no seas naco! No puedo ni siquiera concebir un adefesio como ése en mi cabeza... Aparte: ¿"Los Tres Compadres"? ¡No mames!, pinche nombre pedorro y sin creatividad...¡AAARRRGGGHHH!

Lo más chingón es que después de que lea esto, no me volverá a hablar, no me volverá a buscar o posiblemente me busque para agarrarme a chingazos por ofender su orgullo familiar, ay, snif… pero me vale verga.

Un pendejo menos en mi vida. Hoy, puedo dormir a gusto.

sábado, mayo 23, 2009

Con el Filósofo de Cantina

El Filósofo de Cantina llevó a El Zacatecas a uno de sus sobrinos. Era un morro de unos veintitantos años.
Desmembrábamos un costillar adobado y bebíamos cerveza clara en vaso de vidrio.

El sobrino del Filósofo de Cantina es de esos güeyes que no le ganas una y, por tal motivo, dudas de la veracidad de sus pláticas.
"Yo no bajo de 180 kilómetros en carretera", "ayer me cogí a cuatro amigas al mismo tiempo", "la vez pasada manejé un Ferrari", "una vez un tío me dejó pilotear un avión", "yo, mínimo, me aviento ocho palos en una noche".
Sinceramente, me vale madre si sus historias son verídicas. Aunque así lo fueran, el tipo carece de gracia para contarlas; más bien las relata con una soberbia que da hueva y ternura al mismo tiempo.

Ya borracho, se puso de pie y se despidió. Su tío, el Filósofo de Cantina, le dijo que no se fuera así, que tomara un taxi.

-Ando bieeen...
-No andas bien: toma un taxi, mijo.
-Ando bieeen... Ando en mis cinco sentidos.
-De nada te sirven los cinco sentidos si careces de sentido común -le dijo.

Pero fue demasiada información. Todavía el güey se puso a contar con los dedos de la mano el número de sentidos que tenemos. "Son nomás cinco, tío...", dijo, y se retiró sin captar la sencilla enseñanza.

No se lo dijimos, pero por nuestras miradas el Filósofo de Cantina entendió que no queríamos que volviera a invitar a chupar a ese pendejo.

Como aclaración: el Cucho amaneció más crudo que yo.


viernes, mayo 22, 2009

Propagación

Todo el mundo sigue bien mortificado por la propagación y el contagio de la "influenza mexicana".

Preocúpense porque no se propague la "mentalidad mexicana". Ésa sí es muy peligrosa.
Ya acabó con un país entero.

miércoles, mayo 20, 2009

Un brindis de vainilla


Vivíamos en el centro de la ciudad, sobre una calle con el nombre de algún héroe de la historia de este país. Según mis libros del tercer año, murió en combate, defendiendo la patria de invasores extranjeros. La calle que pasa por detrás tiene el nombre de la batalla donde murió. Ahora hay un Starbucks en la esquina.
Diez cuadras al fondo, sigue estando mi antigua escuela primaria: rodeada de cantinas disfrazadas de restaurantes y paradas de camión.

Tenía un portón con barrotes de hierro en el patio. Don Chon llegaba empujando su carrito de Helados Pingüino en punto de la hora del recreo. Todos nos amontonábamos contra el portón, metíamos las manos con monedas entre los barrotes y don Chon nos daba nuestras paletas o vasos de nieve (con su cucharita de madera). Nunca faltaba el hijo de puta que, al ver que no había espacio para meter la mano, se ponía a picar culos o a arrimarles el pito a los que querían comprar para que se quitaran rápido.

Yo prefería las paletas de vainilla, coco y pepino con chile. A veces don Chon llevaba a su esposa, que era la que preparaba las paletas y la nieve. La mujer era aún más morena que don Chon. Un compañero del salón juraba por su madre que la esposa de don Chon era la que hacía el aseo en su casa.

Un día, sin previo aviso, el director de la escuela quitó el portón con barrotes de hierro, tapó con bloques de cemento el hueco y corrió a don Chon de los alrededores. La esposa del director –muy blanca en comparación con la de don Chon- comenzó a llevar hieleras con paletas para vendernos, pero no sabían tan ricas y aparte estaban más caras.
Don Chon empezó a ponerse en una esquina alejada de la escuela, para que el director no lo viera.
Antes no había tanto tráfico y podíamos caminar pateando piedras hasta donde se ponía nuestro amigo paletero con su carrito; un carrito con pingüinos dibujados en los costados, que en realidad parecían focas. Se le iluminaba la sonrisa cuando nos veía llegar.

Ayer, caminando de regreso a casa, me topé con un paletero que me recordó mucho a don Chon. Le compré cuatro gelatinas de coco y cuatro paletas de vainilla. Se le iluminó el rostro cuando le dije que se quedara con el resto del billete.
“Va por don Chon”, pensé. Nunca en mi vida había brindado por alguien con una paleta helada.

martes, mayo 19, 2009

El universo, el pez y el escritor que no murió


Ayer pasé casi toda la mañana leyendo sobre Benedetti: sus sueños de justicia social, sus 60 años de matrimonio y el hecho de que nunca tuvo descendencia.
Recordé cuando leí Pedro y el Capitán en la prepa, cuando me quedé dormido en el cine viendo La Tregua y cuando conseguí –en VHS- la película El Lado Oscuro del Corazón. Me encabroné al darme cuenta que muchos de sus libros los presté y nunca más me los devolvieron (así acostumbra hacer la gente con libros, DVDs y hermanas). Soñé por millonésima ocasión haber sido yo quien escribiera sus poemas de amor. Incluso borré del Messenger a un güey que al compartirle la triste noticia, el muy imbécil me dijo: “¿Benedetti el de las pizzas Benedetti?”. Sí, animal: ése...

Me dolió mucho su muerte y fue también por su muerte que me dieron ganas de escribir en horas de oficina.

Llevo un par de semanas tratando de terminar un cuento de un niño y su pez. De pronto, una noche, ya no se me ocurrió nada. Me dio hueva seguirle, lo dejé por la paz y pensé en borrarlo si no le ponía punto final los siguientes días.
Ayer retomé el escrito. Abrí el archivo, lo releí varias veces y me quedé mirando al monitor. Seguía sin ocurrírseme nada.

En eso, llamaron a la puerta de mi oficina. Era mi mamá. Pensé que me traía tacos, como a veces acostumbra; pero no, snif. Me preguntó que si aún tenía peces en mi casa. Le dije que sí, que por qué me lo preguntaba.

-Es que afuera está una muchacha que dice que en la escuela de su hijo le regalaron un pescadito, pero que no tiene tiempo para cuidarlo.

“¿Quién no tiene tiempo para cuidar un pez?", pensé; aunque lo que más me intrigó fue: ¿Quién anda regalando peces en la calle justamente cuando trato de acabar un cuento acerca de un pez? Si fuera Walter Mercado, creería que el universo giró a mi favor con mi signo del zodiaco y el cosmos me estaba mandando una señal.
Salí de mi oficina, fui con la mujer que cargaba al pez dentro de una pequeña esfera de vidrio y le dije que yo me lo quedaba. Era una esfera de vidrio igualita a la de mi cuento. Bueno, un poco más chica.

El pez es un beta. No puedo mezclarlo con los peces de mi acuario. Le conseguí un recipiente más grande por mientras. Pensé en llamarlo Benedetti, pero no acostumbro ponerles nombre a los peces.
Quise imaginar que todo lo sucedido ese día era una señal mística para que no me rindiera con mi relato. Pero sigo sin poderlo terminar.

lunes, mayo 18, 2009

Las valijas del ser



Las veces que he juntado algo de dinero lo he gastado viajando. En avión, tren, autobús, coche, caballo o aventón; es lo de menos. Bueno, aunque para esta última modalidad de viaje no es necesario ahorrar tanto.

Gastar el dinero en otras cosas en verdad me duele, pero mi actitud nada tiene que ver con ser de Monterrey y cargar esa fama ancestral de tacaño.

Me duele comprar ropa en tiendas departamentales. Odio medirme pantalones y camisas. Cada que me meto a un vestidor sudo a mares: son como ataúdes para andar a la moda. Por eso duro años con la misma ropa: para evitarme esa tortura. He de confesar que la mayoría de los trapos con que cubro mis partes colgantes y peludas, son de mercados rodantes: de pacas de segunda mano, de a veinte pesitos la pieza “¡llévela, llévela, señito!”.

Tampoco soy de ésos con adolescencia tardía que creen que viven en una película de Rápido y Furioso. Ésos que gastan fortunas en ponerle bocinas, bajos, ecualizadores, llantas anchas, rines cromados y adornitos con lucecitas a sus cacharros.

Ya no soy aficionado a los videojuegos; nunca lo fui de los gadgets tecnológicos. No aspiro tener un televisor de plasma enorme, algún equipo de sonido "surround" para que las películas se escuchen “bien perrón” ni muebles bonitos que combinen con el color de las paredes. Me basta con traer arena en los calzones mientras contemplo la pantalla infinita de un horizonte que languidece.

Por eso digo que las veces que he juntado algo de dinero, lo he gastado en viajar. También en otras cosas: libros, devedes, comida, cervezas o algunas macetas con plantas que den vida al lugar que habito y recreen –aunque sea de a mentiritas- las sensaciones y ambientes de cuando viajo.

En verdad le huyo a todos esos lujos, comodidades y artefactos que dicen que hacen la vida más fácil. El mejor y más útil de todos, es el aire acondicionado. Huyo de todas esas cosas que a la mayoría de la gente le dan seguridad, estatus o sentido de pertenencia. Creo que poseerlos termina siendo también un escape de algo mucho más oscuro.

Viajar es huir. Cuando viajo huyo de algo, estoy conciente de ello. Viajar te aleja de todo lo que odias y te acerca más a lo que eres, por más lejos que estés de casa y por más lejos que estés de ser lo que en esencia eres.

viernes, mayo 15, 2009

Nomás pa´que sepan

A partir del lunes este blog renueva su contenido.

No más ofensas, no más palabras altisonantes sin sentido, no más opiniones fuera de lugar, no más egolatría, verdades necias o escritos enfurecidos.

Prometí ser menos amargado y más propositivo, y lo voy a cumplir. Por mí, más que nada. Ya no me soporto y creo que ustedes tampoco.

Siempre he creído que quejarse sirve de mucho, pero también daña. También siempre he creído que renovarse es como volver a nacer, como una nueva oportunidad de empezar bien las cosas desde el principio.

He hecho mucho daño, tanto a conocidos como a desconocidos, y no creo que ése sea el objetivo de la palabra escrita.

Espero disfruten el nuevo blog.

Por lo pronto, en punto de las 12 de la noche pueden ver una tira cómica de mi autoría en Recolectivo.

jueves, mayo 14, 2009

Rodrigo Rosenberg... ACTUALIZACIÓN...

Un nuevo héroe pasa a formar parte de las filas -desgraciadamente- de los cementerios, snif.
La razón: estar inconforme con el sistema corrupto de su país, denunciar las injusticias y defender la verdad.

Pone la piel de gallina la resignación con la que habla sobre su inminente asesinato; las tripas se van al suelo en la segunda parte del video: cuando habla de sus "cuatro divinos hijos" y dice que no tiene deseos de morir, pero considera que ha llegado el momento en que los guatemaltecos no pueden seguir viviendo así: entre ladrones, corruptos y asesinos.

"Yo espero que mi muerte sirva para empezar un nuevo camino...", enfatiza.

¡Órale, putos! Ustedes que dicen que quieren hacer algo por México: ¡A ver si tienen esos huevotes!

Aquí pueden ver de lo que hablo.

En el número de comentarios que reciba este post se darán cuenta la cantidad de gente a la que le importa esta noticia.

Se darán cuenta también que nadie se enteró de esta noticia porque todos estaban creyendo que se iban a morir de un estornudo.

Pónganse al tiro, pinches pendejos: las cortinas de humo no son sólo nacionales. Mientras la mamá de la señora que te plancha las camisas se murió "de influenza" (según tú), en la vida real asesinaron a un abogado que realmente luchaba por la igualdad de los guatemaltecos y del mundo.

Sé que lo haces...

Sabes que sé que me estás leyendo...

Sí... tú...

miércoles, mayo 13, 2009

Premio al nick de MSN más mamón de la semana

Ganadora:
Una amiga de la universidad que ahora vive en los Estados Unidos, está casada, tiene dos hijos y a mimetizado a la perfección la cursi cultura gringa basura de los suburbios de clase media.

Su nick:
Yes, I´m a Mom... Yes, I Read Twilight... And Yes, I´m in Love with Edward Cullen

Alguien vaya a patearle bien duro las nalgas. Yo no puedo: es mi amiga, snif.

martes, mayo 12, 2009

Caricaturas que he dibujado últimamente...

Este cartón es el de hoy martes para el periódico El Regio:


Esta caricatura la dibujé por el escándalo del padrecito ése que agarraron en una playa en pleno agasajo con un viejón, y también en honor a todos esos curitas que "viven la vida loca":


Los editores del periódico me pidieron de la manera más atenta que con el tema de la influenza "no jugara", fuera "sensible" y "no me pasara". Chale. Yo ya tenía preparados un chingo de cartones diciendo que todo era puro pedo y que pinche gente loca y paranoica. Debo aclarar que quedé hasta la madre de dibujar tanta caricatura sobre el tema. Con la limitante que me pusieron, todo se prestaba para hacer chistes muy malos. Van dos ejemplos de cartones con chistes mediocres, que a cualquiera se le hubieran ocurrido:



Bueno, ya... pónganse a trabajar como yo, snif.


lunes, mayo 11, 2009

Confesiones de un ermitaño

Desde que trabajo en casa me hice más amigo del planeta: adopté la bonita costumbre de ahorrar agua no bañándome. En algún lugar de Estados Unidos, Al Gore se siente orgulloso de mí, snif.

Seamos realistas: pasar todo el día dibujando en un restirador o escribiendo frente a una computadora son actividades que no hacen sudar ni a Luis de Alba. Además, casi ni salgo a socializar.

Ahora que voy a una oficina todos los días, sigo con mi “cultura amigable con el planeta”. Me vale madre no bañarme y debo aceptar que, aparte de hacerlo por ahorrar recursos, la hueva tiene mucho que ver, jeje. Vivo a dos cuadras del negocio, por lo que prefiero dormir hasta cinco minutos antes de abrir sus puertas que levantarme media hora antes para tomar un baño.
La realidad es que así me venga trotando a diario, mi aroma corporal sigue siendo a orquídeas salvajes y las más finas aguas de colonia de Farmacias del Ahorro. Ni modo: así somos los arios, snif.

¿No me creen? Miren nomás los recibos de agua de mi casa. Cada mes me salen 30 pesos de consumo... y me parece un abuso.



De hecho, cuando me aumenta a 32 pesos, voy a la Comisión de Agua y Drenaje a hacerla de pedo.

sábado, mayo 09, 2009

Las portadas que vienen

Esperen ambos números para finales de mayo.



Como ya mencioné antes, el número 19 tuvo que volver a imprimirse por un error del que nadie se dio cuenta a la hora de la maquila, snif.
Respecto al envío de las playeras y las revistas: todas las he mandado por Mexpost. No utilizo otra mensajería porque el costo se eleva de $150 a $230 y más. De los 60 paquetes que he enviado, dos andan extraviados y otro llegó sin playera, con puras revistas, jajaja. Estadísticamente, "no está tan mal el servicio". Como quiera, avísenme al correo electrónico si el paquete llega muy maltratado o abierto o encintado, para tomar otras medidas de protección y poner las quejas; o si quieren pagar una mensajería más cara pero "más segura", también.

Buen fin de semana a todos.

miércoles, mayo 06, 2009

Retro American Idol






Esto ya valió madre... se van a armar los chingazos... continuará...

P.D. Ya en los próximos días de "inicio de actividades" (huevones) mandaré los paquetes con las playeras del Escuadrón Retro y las revistas que me han pedido.
A quienes le haya llegado su paquete incompleto (pinche Correos de México rateros) se los voy a reponer, no se preocupen. A quien no le haya llegado aún, escríbame, para darles el número de guía y chequen si hay algún problema.
Los paquetes fuera de México, yo me pondré en contacto con ustedes pronto.
Gracias y buen miércoles.

martes, mayo 05, 2009

Datos curiosos que no me cuadran...

Empezaron diciendo que había 50 y tantos muertitos, luego le subieron a 80, luego le aumentaron a 103, luego se fueron hasta los 150 y tantos y ahora resulta que -en todo el país- no pasan de 30 los fallecimientos por influenza mutante. ¡Uy!, las cifras son aterradoras.

En mi post del 29 de abril algunos lectores aseguraron conocer un total de 17 muertos por causa de ¡¡¡la pandemia!!! (vayan al post y cuéntenlos, para que vean que no miento). Diecisiete muertos son más de la mitad de los casos comprobados por las respetables autoridades y las televisoras. La mayoría de esos lectores con muertos conocidos son de lugares en los que las autoridades ni siquiera mencionaron que hubo brotes de la enfermedad. Curioso, ¿no?
Dicho lo anterior, una de dos: o casi todo México lee mi blog o todos los que escribieron son puro pedo. Como mencionó uno de mis lectores: Muertos hay todos los días. Muy cierto: y en cantidades mayores por causas que a nadie le interesa combatir.

Pero bueno. Supongamos que los lectores dicen la verdad. Si la dicen, entonces vendrían a reforzar mi teoría de la cortina de humo, el complot o la conspiración que falsea datos y estadísticas para ocultar algo más oscuro. Pero esas teorías ya a todos se las mandaron por mail o ya las checaron en el youtube.

Lo más gracioso de todo este circo fue ver y escuchar las declaraciones de empleados indignados por haber sido obligados a ir a trabajar cuando, por decreto presidencial, las labores debieron interrumpirse casi una semana. Los empleados se quejaban de que sus patrones eran unos insensibles, que ponían en riesgo su salud y bla, bla, bla.
Sólo una pregunta: ¿Y si hubiera habido fútbol, cabrones? Estoy seguro que esos pinches empleados huevones les habría valido madre la influenza y hubieran sido los primero en ir a amontonarse al estadio con otros 35 mil macuarros para apoyar a un equipo mediocre.

En fin. Si fue una “epidemia real”, gracias por las vacaciones pero qué poca madre de que todo estuvo cerrado. Si fue un ataque bioterrorista para reducir la población, les salió muy mal; échenle más ganas a la otra. Si fue una cortina de humo para tapar algo, espero haya cumplido su cometido. Si fue un complot internacional para acabar con la delincuencia, también les salió muy mal y suerte para la otra. Me vale verga qué haya sido. Aquí sigo y nunca usé tapabocas.

Como dato curioso: el año pasado murieron casi 6000 personas en el país a causa del crimen organizado. Otra decena de miles a causa de todos los tipos de cáncer; otras tantas por desnutrición, otras tantas por alcoholismo, por males cardiacos, etc. Hubo balaceras a plena luz del día, tiroteos afuera de las escuelas, en zonas residenciales, en avenidas transitadas; hubo más de medio millón de borrachos al volante, niños que se alimentan a diario con Sabritones y Coca Cola; abundan los policías asesinos, el agua contaminada con plomo, las tierras inertes, las autoridades criminales coludidas con los secuestradores; injusticia para muchos y justicia para muy pocos… Violencia, ignorancia y corrupción es lo único que exportamos; es lo único "orgullosamente mexicano"
Sin embargo, nadie ha declarado una alerta mundial por todo lo anterior.

sábado, mayo 02, 2009

Sobre el pasado día del niño...

De niño pensaba que parecerme al Príncipe Valiente era lo más cool que podía existir:



(Cuando mi cabeza era tierra fértil para el cabello lacio. Hasta "gallito" tenía, snif).

En aquella época mi madre creía que lo más cool era usar cuello de tortuga en verano (ah, cómo me picaba ese pinche suéter).

Ahora entiendo por qué nadie jugaba conmigo y por eso me la pasaba dibujando dinosaurios destruyendo la ciudad. Todos envidiaban mi look, ésa es la realidad.

viernes, mayo 01, 2009

Algunas cosillas

Me gustaría ser Bear Grylls o Anthony Bourdain, snif.

Siempre he soñado con vivir en una pequeña ciudad fuera de México. Entre más aburrida sea y menos cosas haya qué hacer, mucho mejor.

Me gustaría conocer la Polinesia Francesa, Filipinas y Gabón.

Gracias a todos los que siguen pidiendo playeras del Escuadrón Retro. La próxima semana les mando sus pedidos, ya que pase esta crisis de histeria colectiva que derivó en un muy buen pretexto para que los negocios y dependencias de gobierno tiraran hueva y cerraran sus puertas.

Para los suscriptores de ¡#$%&! Cómics: el número 19 saldrá junto con el número 20, que es el de mayo. Lo que pasa es que cometieron un error garrafal en imprenta y hay que volver a imprimir algunas cosas, por lo que saldrá a mediados de mayo. Ustedes no se preocupen, el paquete con el 19 y 20 lo tendrán a finales de mayo en la comodidad de su casa.

En punto de las 12 de la noche habrá un post de mi autoría en Recolectivo.

Buen fin de semana.