sábado, octubre 29, 2005

hoy tengo ganas de tirar cuacha...

Nuestros cínicos favoritos, Robertito Palazuelos y Ernestito Zedillo jr., no han salido en ningún medio masivo declarando sobre Cancún, y eso me preocupa. Digo esto porque los nenes consentidos estos se han jactado publicamente -en entrevistas a revistas y programas televisivos- de la manera más mamona y déspota que "ellos no son de Cancún", sino que "Cancún es de ellos". Si es de ellos, pues dónde andan que no los vemos que se pongan a jalar en las labores de reconstrucción de "su casa". Bueno, creo que han de estar reconstruyendo pero sus bissness, no dudo que hayan sido ellos los que dieron órdenes exclusivas a los policías de la región de no descuidar ciertos negocios importantes, mientras a los otros pobres se los cargaba el espíritu de Rigo Tovar, porque había puro sirenito, nade y nade pa´salvar sus vidas y puro naco robe y robe tiendas. Pero bueno, qué se puede esperar de dos güeyes que no niegan que en una discoteca mataron a un güey que se les puso al brinco y lo mataron por "defensa propia", de un güey que golpeó con el estado mayor presidencial a un guardia de seguridad de U2, de otro güey que dice que armaban carreras de motos en la entrada de los pinos con sus amigos drogos y de dos güeyes que son amigos de Jorge Kawaghi. Buakatelas de cochino!!!
Pasando a otra cosa y hablando de Bono de U2, que su música me gusta mucho, pero él me cae más mal que unos tacos de cochinita pibil a las 4 de la madrugada. Quiere salvar el mundo y acabar con la pobreza el señor este, pero es amiguisimo de Bush; desde ahí ya andamos mal, señor. Dijo que no volvería nunca más a México después del incidente con su guardia de seguridad y Zedillito Jr, pero se fue a echar una paella valenciana a casa de Los Camil en Acapulco para negociar unas madres para una película de producción regia, siendo los Camil íntimos amiguis de Zedillito Jr, quien le armó el desmadre en el concierto aquel. Señor Bono: lo que piensa no concuerda con lo que hace, aguas con eso. Su música es chingona, pero usted no vale lo que valen sus millones de dólares ni su palabra ni sus ideales. Lástima.

jueves, octubre 27, 2005

las 12:34...

Cuando era niño, las 12:34 del medio día; o de la media noche, era mi hora favorita. Me gustaba mucho esa hora en especial, no porque empezara algún programa o alguna caricatura en la televisión; era simplemente el hecho de voltear a ver un reloj y tener la suerte de observar al 1, al 2, al 3 y al 4 seguiditos, como iban en orden en la vida real. Las 12:34 me parecía algo extraordinario. Me sentía elegido por el tiempo, como si éste me diera la oportunidad de ver a los números en filita, como nos los enseñaban en la escuela. Era -según yo- una coincidencia grandiosa cuando mi vista se topaba con esa cifra en el reloj digital de pulsera, lo que convertía a esa hora en algo especial. Era como si el universo estuviera en perfecto orden frente a mis ojos por tan sólo 60 segundos. En fin: cosas de niños. Una vez miré muy temprano mi reloj y descubrí la aún más perfecta perfección de las 11:11. Obviamente, las 11:11 a m era la hora que más veces tenía suerte de ver, porque para las 9 de la noche, después de Topo Gigio, ya estaba bien dormido por órdenes paternas. Que mi vista y el tiempo coincidieran para ver esos cuatro unos en hilera, era aún más significativo que las doce treinta y cuatro. No he vuelto a usar reloj desde aquel con calculadora y cancioncitas que me quitaron en la escuela por andar jugando en clases con él. Dejé de usar reloj cuando dejaron de serme divertidos. Recuerdo que cada botón de mi reloj calculadora tenía una función distinta según mi imaginación. Con un botón me hacía invisible, con otro me convertía en tigre dientes de sable, con otro aparecía dulces y con otro pasaba un helicóptero por mí al patio de la escuela. Los relojes de ahora no hacen eso, por eso ya no los uso. Aparte, ahora casi todos relojes son de manecillas y sin números, lo que me dificulta ver la hora exacta. Voltear a ver un reloj en el momento justo de las 12:34 o las 11:11 no es lo mismo si el reloj es de manecillas. Pero repito: esas son cosas de niños. Algunas veces, cuando mi día es insoportable y no hay nada que lo mejore -una palma, una nube en forma de ballena, un claro en el cielo, una buena noticia en el radio-, volteo al reloj de mi celular esperando ver alguna de estas dos cifras para encerrarme -aunque sea un ratito- en el recuerdo del niño que fui. Espero también que los botones de mi celular aparezcan dulces, me hagan invisibles, hagan volar el coche o desaparezcan el tráfico. Pero volteé demasiado tarde: son las 12:37…

martes, octubre 25, 2005

the world i know...

Un viento vagabundo sopla como si se hubiera equivocado de estación. Es un frío suave y condensado -como los de diciembre- que parece haber escapado del doceavo mes y se coló hasta este día de octubre. Emito un suspiro que silba casi en el mismo tono del aire que atraviesa una pequeña abertura en la ventana. El cuarto ha bajado unos grados su temperatura y me hace pensar en comprar un calentador que sirva, no como el que tengo que nomás gasta luz. Me vuelvo a poner los calcetines que una noche antes –no tan fría- me quité para dormir y sentir el contacto con las sábanas. El cuarto de baño se convierte rápidamente en un salón de baile, con humo que lo cubre todo. El espejo de la regadera tiene una gruesa capa de vapor gris que rechina al momento en que mi mano lo barre. Los chorros de agua caliente en la espalda me recuerda las noches en que, antes de dormir, brincaba a la cama de mis padres, me subía hasta el pecho la pijama de Los Superamigos y mi madre me rascaba fuerte con sus uñas largas. Me decía que me iba a sacar sangre, jejeje; pero a mí me gustaba que me rascara bien fuerte, porque cuando me rascaba con delicadeza me daba más comezón. El jabón que uso para el pelo no hace tanta espuma como cuando usaba shampoo. No es suficiente espuma como para hacer un ficticio pastel de betún de esos que se embarran los payasos, pero sí es suficiente para hacerme un peinado a la punk; aunque no me lo puedo ver porque el espejo está sumamente empañado. El agua que hierve y recorre las tuberías de la casa borra mi peinado punk. La toalla está calientita. Estoy listo para abandonar mi mundo y pasar otro día más en el mundo de la gente.

domingo, octubre 23, 2005

soy un frustrado, mucho gusto...

Quería ser director de cine. Presenté dos veces el examen para entrar a la UT de Austin Texas, pero ninguna de las dos veces lo pasé; no sé si por pendejo o porque realmente estaba muy cabrón. Estudié mucho -demasiado- y traté de todo corazón y por todas las vias para entrar ahí, pero no lo logré. Lógicamente, esto no se dice para no desalentar a los niños a que sigan soñando de que pueden lograr sus sueños. Me dieron chance de estar un semestre allá en Austin para prepararme para el examen de admisión, pero el semestre costaba mucha lana y fue en 1994, cuando el dólar se fue de 3 a 6 pesos. Mis padres no pudieron y yo tampoco pude coseguir una beca. Entré a Comunicaciones en la UdeM: la carrera de los artistas frustrados; donde aprendes de todo, pero no ejerces tus sueñillos en nada. Qué mejor ejemplo que yo mismo: que soy monero sin fama del grupo Reforma, sin saber dibujar y soy escritor de una columna que nadie lee en el periódico Regio, sin saber escribir. Uno debe de reconocer sus limitaciones y dedicarse a lo que la vida le señala que es lo correcto. Pero la vida se la pela cuando uno tiene vocación para AMAR. Uno debe de darse cuenta que tiene talento para tocar vidas, para mover fibras emocionales, para remover sentimientos olvidados, para regalar una sonrisa en un velorio, para endulzar el oído en un divorcio, para babear la nuca de a quien se le hace el amor; para estar en las peores situaciones, para contar chistes y para cruzar lágrimas con los que ofrecen lágrimas. Para abrazar y apoyar al suicida, para pedir perdón aunque no haya razones, para dejar el orgullo en el escusado... Para eso es para lo que quiero ser talentoso: PARA AMAR. Y ojalá aprenda algún día a tocar algún instrumento, para ponerle música a todos estos posts, que son canciones dedicadas a La Fabi (porque el pinche Joaquín Sabina no le dedica ninguna), pero mi ignorancia e inutilidad musical me impiden llevarselos como serenata. Que alguien me enseñe de perdido a tocar la marimba o el tololoche.

viernes, octubre 21, 2005

más traumas infantiles y clasemedieros...


Posted by Picasa
No señores enfermos: este no es otro blog de esos para pedófilos con niños en canicas, asi es que sáquense la mano del calzón, suéltense el pajarito y mejor pónganse a leer lo que este niño cacheton y barrigón tiene qué decirles que, de seguro, será una pendejada semi divertida pa´matar un rato el tiempo.
Descubrí mi faceta de empresario en una de esas tienditas que uno arma con mesas y sillas plegadizas en la banqueta de su casa. Fue ahí, en una tiendita de esas, en donde vendí todos mis monitos de StarWars, mis calcas de Garbage Pail Kids (antes de que mi jefa me las tirara por ser "satánicas") y mis animalitos de plástico; cosas de las que me arrepiento haber vendido. Aunque ya con pelambres en el chorimex me los volví a comprar. En esa tiendita también vendía chicharrones con salsa y crema, yukis de sabores, chicles, paletas y de más mugrero sabroso para los paladares infantiles. Con esa mentalidad tan evolucionada que siempre me ha caracterizado y, pensando en el bienestar de los niños y niña de mi colonia, daba los dulces a muy buenos precios. Iba con mi socio del negocio y su jefa a una dulcería cercana y ahí surtíamos los dulces de nuestra tiendita, la cuál quebró a las dos semanas gracias a nuestra filosofía visionaria de manejar precios baratos. El problema era que: si una paleta nos costaba 3 pesos, nosotros la vendíamos a 2 pesos, según esto pa´que se vendiera más rapido la mercancía y la gente prefiriera comprar en nuestra tiendita en vez de en otras. Pues esa mentalidad y conciencia social no les pareció mucho a nuestros padres cuando se enteraron de lo pendejos que estaban sus hijos para hacer negocios y recuerdo que, cuando mi jefe trató de explicarme ese pedo de las ganancias y los gastos a punta de coscorrones, pos yo nomás no le entendía ni madres pues yo nomás quería vender barato y ver el bote de plástico que usabamos de caja fuerte lleno hasta el tope de monedas. Además, cuando no vendíamos, pues nosotros nos comíamos los dulces y, si pasaba algún niño pobre, pos le fiábamos los chicharrones y los juguetes. Chin... ahora comprendo por qué las empresas deben de ser culeras para ser exitosas; una empresa con la filosofía y las prestaciones de mi tiendita no duraría ni tres días. Snif. Saludos.

jueves, octubre 20, 2005

de politica, corrupción y otras jaladas...

El porvenir de este país está más feo que el papa Benedicto XVI. Digan lo que digan, yo siempre he pensado que el abstencionismo es la mera neta y que es mejor que cada quien se rasque con sus uñas y no andar esperando soluciones de cabrones que dicen que aman a su patria. Imaginen ese día en que, en vez de salir a votar, los mexicanos nos quedemos curándonos la cruda en la camita, mano derecha en huevo izquierdo rascando con suavidad y el control remoto de la tele en la otra mano. Qué mejor manera de demostrarle a los políticos que ya no les creemos. Qué manera tan elegante de rayarles la madre. Ahí los veo chillando en la tele: "Es que la gente no sale a votar, por eso este país no avanza, porque la gente no vota"... sí, cómo no; seguramente este país no avanza por culpa del fletero que le da 100 pesos de mordida a un tránsito, a quien le piden sus supervisores una cuota diaria de 5 mil pesos para mantener su trabajo; si no, adios. Seguramente el culpable de todo es el chavo que le lleva una botella de whisky a su maestro pa´que le pase la materia, pero nadie cuestiona el mugrero que hay dentro de la institución. Sí, seguramente mounstros como yo que nomás se la pasan quejándose y no proponen nada son los que detienen el avance de México. Aaaay, qué triste estoy.

martes, octubre 18, 2005

estampida con pezuña goodyear

Los coches que vienen de allá para acá son los mismos coches que ayer -a esta misma hora- venían de allá para acá. Suena cantinflesco y esta no es la observación de algún genio, pero es la única observación que puedo hacer ahorita metido en este embotellamiento. Esos son los mismos vehículos con los mismos conductores que antier venían a la misma hora, en la misma dirección, hacia el mismo lugar. Más tarde, a esa hora en la que al sol le da resaca por tanto fumar chimeneas de S.As de C.Vs y apaga las luces, los mismos vehículos que venían de allá para acá irán en dirección contraria, con la única diferencia de que llevarán las luces encendidas. Y así lo harán mañana, pasado mañana y los próximos meses... o tal vez años. Las prisas por llegar, la frustración, el cansancio y los problemas son los mismos por la mañana -cuando van de ida- y por la noche -cuando van de vuelta-.Todo se repite, todo se cicla, todo aburre. Todo se sobrelleva y se vuelve costumbre. No queda de otra mas que creer en el amor a grado tal de materializarlo. No queda de otra mas que disfrutar de lo que se hace. No queda de otra mas que creer que lo que hacemos va a cambiar el curso de la humanidad, aunque suene cursi. La lenta estampida de automóviles ahí va a estar arrastrándonos con crueldad todos los días, a todas horas, a todos lados; pero también, ahí va a estar el cielo con su color a estanque y con sus cursis algodones de azúcar, con la imagen borrosa de quien hace que valga la pena tanto claxon psicópata, la mancha en la espalda de la camisa y la sensación chiclosa al desprendernos del asiento. Eso ayuda a sobrellevar el ir de allá para acá y de acá para allá a la misma hora, todos los días, por los siglos de los siglos.

sábado, octubre 15, 2005

puro amor para los que andan solitos...

Alguna vez, un amor de esos que quiere mucho uno, me preguntó: ¿Me amas?
Y yo le conteste: pos es que simpo rgyt dresj mchdeurti...
Y me respondió: Siempre que te digo arguementos convincentes, tu me sales con absurdos...
Y yo le respondí: Pos Tú, Vicente y el Zurdo: ¡Chinguen a su madre!!!
No la volví a ver.

Decía un amigo que tengo en muy alta estima que: De estar solo a estar acompañado, pos mejor estar acompañado; esto de la monogamia está de la chingada, pero de perdido uno coge más seguido.

Este post es dedicado a lo que aprendí este fin de semana. Saludos.

viernes, octubre 14, 2005

nebraska

Siempre me ha gustado la palabra Nebraska, no sé por qué. Desde niño esa palabra significa algo para mí que desconozco hasta la fecha qué sea. Suena muy padre: N e b r a s k a; como que la ene con la be, la erre y la ka mezcladas le dan cierta fuerza femenina extraña y misteriosa. Ignoro por qué de niño, cada que escuchaba "Nebraska", se me venía a la mente el Monte Rushmore, ese de las carotas talladas en la piedra. Hasta que un maestro, uno de esos que sí creen en su profesión, me dijo que esa montaña no estaba ahí, sino en otro Estado cerca de Nebraska. Me di cuenta que, al igual que Indiana, Nebraska era un Estado de Estados Unidos y no comprendía por qué a Indiana Jones no le habían puesto mejor Nebraska Jones, pues sonaba mejor. El maestro ese que amaba su vocación, el que me corrigió con lo del monte de las esculturas de los presidentes, se llamaba Mario. Mario llegaba siempre temprano, pues su clase era la de las 8 de la mañana. Varias veces noté que llegaba con los pantalones dentro de los calcetines y, antes de entrar al colegio, se los acomodaba bien y los desarrugaba lo más que podía para así ocultar lo moteado de sus calcetones blancos que salvaban todos los días a su pantalón gris de salpicaduras. Comoquiera, pequeñas gotas de lodo y agua se percibían arriba de las bastillas. Los zapatos chatos, negros y arrugados como chicharrón llegaban más sucios y enzoquetados. El maestro cruzaba las piernas al sentarse y los limpiaba con unos pañuelitos que sacaba de su maletín, mientras sonreía disimuladamente. No me gustaba ver la escena porque temía alcanzar a ver algún agujero o un trozo de calcetín de fuera o un parche improvisado en la suela. Mario siempre estaba feliz y eso, ignoro por qué, me causaba una pena tremenda; una lástima agria como la que se le tiene a la mirada de un perro sarnoso que se alimenta de lo que encuentra en las bolsas de basura. Mario creía que preparaba al futuro de México, él así lo creía, porque nos lo decía a cada rato. Pero antes que el futuro de México, el futuro de la humanidad; porque antes que mexicanos, somos seres humanos, nos decía. Mediocre no era, malo tampoco; pendejo o ignorante, menos. ¿Por qué tenía qué llegar todos los días con los pantalones manchados, la camiseta sudada y los mismos zapatos jodidos de hacía años?, ¿por qué sus ideales se la cobrabán tan pinche con él? La palabra Nebraska me vino a la mente junto con el Monte Rushmore. Penséq que de grande quería ir a conocer ese lugar. Probablemente estando allá me acordaría con gusto -y no con lástima- del maestro Mario, el que me saco del error de creer que la montaña con las jetotas talladas estaba en Nebraska. Espero que en donde quiera que esté, ya no tenga que proteger sus pantalones del lodo dentro de sus calcetines.

jueves, octubre 13, 2005

lista tonta o tonta lista...

"¿Cómo te definirías en 3 palabras?". Este tipo de preguntitas me caen más mal que unos sangüiches de pan Bimbo con frijoles de lata a mediados de quincena. "Cosas que tienes que hacer antes de morirte". Este tipo de listas mamonas también me hacen vomitar peor que cuando tenía 18 años y me tomaba una de Oso Negro con Jumex de uva. Es imposible describirme en 3 palabras. Tengo demasiados defectos y demasiadas virtudes como para decir: "Soy competitivo, perfeccionista y ambicioso", como lo diría cualquier empleado de empresa con previo kokowash motivacional. Tampoco me gusta que me digan que mida lo valioso que ha sido mi vida con parámetros como: "antes de morirte te tienes que aventar del bungie" o "tienes que nadar con tiburones y comerte un pez globo antes de morirte". ¿Y si el pinche bungie se rompe?, ¿y si los tiburones me comen? Yo les puedo decir que me vale madre describirme en tres palabras; mejor conózcanme y ustedes dirán cómo me definen. Y también les digo que, aunque me cague el mundo, no me quiero morir, pero me puedo morir sin hacer ninguna de esas pendejadas. Mejor lean a continuación y hagan caso a mi lista -o tírenla a lión- para que se den una idea de lo que es chido y lo que no:

- Disfruta con el tacto la espuma del shampoo. Dibuja sobre el espejo empañado algún corazón cursi. Escupe y trata de atinarle a la corcholata que está en el suelo; puedes tardar horas, pero si aciertas la escupida, tu día será mejor y creerás que el mundo te la pela.

- Da cachetadas con guante blanco. Es una catarsis muy chida y muy saludable. Nomás no te manches, todo hazlo siempre muy diplomático.

- Andar en Louvre y del Prado (los museos) no vale madre: es aburridísimo como no tienes idea. Son muchas pinturas y esculturas que ni te vas a acordar de los güeyes que las hicieron. Mejor lee una enciclopedia, ahí viene todo el pedo. Pero Joan Miró la mueve bien cabrón. A ese sí que hay que verlo en vivo.

- La Monalisa es una pendejada y es más el pedo que le hacen.

- Ve a Disneyworld cuando tengas hijos, no vayas en plan de luna de miel o de desmadre.

- Descarga tu furia escribiendo y, luego, acepta que la cagaste y que estabas enojado cuando escribiste eso. Bórralo o guárdalo para cuando te den ganas de escribir otra barbaridad y te acuerdes de no escribir barbaridades.

- Sé honesto contigo, porque si no, no serás honesto con nadie.

- Ahorra dinero para darte tus caprichos: una tele de 60 pulgadas, una pecera de 60 galones, un 24 de cervezas holandesas, una temporada en dvd de tu serie favorita, un estereo para el carro, un viaje a donde se te inflen los tanates, una vorágine de cocteles de camarón o un marichi pa´tí solito. La pendejada que quieras. ¡¡¡Pero ahorra, puto(a)!!!.

- Busca una compañera (o compañero) de andanzas, borracheras, viajes, confidencias, llantos y demás. Alguien que te quiera como eres, le guste como eres y disfrute de tu compañía; y, si se puede, que te puedas coger, jojojo.

- Nunca te expreses de la gente humilde -económicamente hablando-como "gata", "sirvienta", "naco", "infeliz", "macuarro". Ellos no tienen la culpa de su situación y ya bastante odio tenemos en el mundo como pa´odiarnos porque unos traemos carro y otros no.

- Nunca te van a valorar; pero, el día en que otros te valoren, los que no te valoraban te valorarán. Tú siempre valora a todo el mundo y nunca les pierdas el respeto ni odies a los que nunca te valoraron. Cachetada de guante blanco.

- No abuses de nada porque cada que lo hagas se te hará una rutina aburrida y perderá el chiste. Imagínate que tomes cerveza todos los días hasta el hartazgo y al rato ya no te den ganas de tomar ¡¡¡Dios mío!!!

- Viajen, viajen, viajen; vivan, vivan vivan: es lo único que se llevarán a la tumba: las vivencias.

miércoles, octubre 12, 2005

sobre el camino...

Se escuchan las notas de lo que pudiera ser mi estómago encabronado por los tacos de barbacoa que le metí a las 3 de la madrugada. De buenas que la sinfonía sale por la boca, si no, me tuviera que orillar para salir de emergencia a tomar aire en plena carretera. Me gusta recorrer los caminos olvidados, esos que no están pavimentados, porque uno ve gallinas con sus pollitos, marranos echados y gente que desde las mecedoras mecen sus manos diciendo adios. Perros cagaleros ladran y nos persiguen por unos cuantos metros, pero desisten como el umbral de tierra que se desprende al paso. Ese terregal rojizo que se levanta violentamente a causa de los neumáticos, pero se disipa al momento en que volteamos a ver por el espejo retrovisor. Los caminos de terracería me hacen pensar en que qué chinga le estoy metiendo al carro; pero también reflexiono sobre cosas importantes y otras que no valen pa´pura madre. Tengo mucho qué agradecer y nada de qué quejarme. Me interno en un poblado que se llama Dulces Nombres; jejeje, ¿a quién chingados se le ocurrió ponerle a un poblado así? Hay un depósito de cerveza en la esquina de la plaza. Las construcciones son de sillar y adobe (¿photoshop?). El cielo ruge pero no es tan macho para dejar caer su furia de agua sobre las calles de arcilla y piedra. Compró un seis de Tecate para el camino. Recuerdo cuando estos caminos los recorriamos en camión, cuando no teníamos ni carro ni permiso de nuestros padres de venir hasta acá. Recuerdo que ya instalados, después de dos horas en camión y poca lana en los bolsillos, veníamos al depósito a pie empujando una carretilla con los cartones de cerveza y tapas de huevo para el desayuno. Las cosas han cambiado, pero la diversión sigue siendo la misma. El espíritu también.


Posted by Picasa

martes, octubre 11, 2005

échale guffo a tu mañana...

El viento vandaliza el vidrio de mi ventana como si unos cholos tiraran piedras queriéndome madrear por ojiverde. El estruendo me saca un pedo que me hace brincar de la cama, como cuando estás dormido y te agitas porque sientes que vas a caer. Obviamente me despierto. Así es de la única forma en que me despierto temprano. Neta que las noticias nacionales de la tele están más patéticas que ver al gordito de Maradona llorando en su programa a la menor provocación: "Aaayyy, fui drogadicto", "Aaayyy, fui el mejor"; che marranona mamón. A estas horas de la madrugada, bajo las sábanas y ayunando con vasos de agua, me da por ver los noticieros pa´ver cómo va este circo de país y también pa´ver a una periodista ñora muuuy buenota que sale con el Victor Trujillo, yomi yomi. Chale, no puedo creer que cualquiera de los candidatos presidenciales crea realmente que tenga posibilidades de ganar. El país es una broma; es un chiste de Pepito muy choteado y mal contado. Entonces, para que no pierda su gracia como nación, desde hoy confieso que votaré por el Dr. Simi. El Doctor Simi es mi gallo porque cerca de la casa hay una de esas Farmacias Similares con medicinas rancias y cada que paso por ahí, el bato (el mismísimo Dr. Simi en persona) me saluda bien a toda madre y yo toco el cláxon emocionado y le devuelvo el saludo efusivamente "Adiooos Doctor Simiiii, sí se puedeeee", le digo. ¿Pos qué?, déjenme ser, si al cabo de lo que se trata es de votar a lo pendejo, ¿no? Ya ven al Mico Kakawaghi, alias el ecoloco (pero en feo), que se dice ecologista y el señorón mandó tumbar casi 50 árboles que se veían muy feos y le quitaban visibilidad a su casita de más de 5 millones de pesos. El país es una broma, a veces muy buena y a veces muy mala; pero broma al fin. Por eso, mi gallo es el Dr. Simi. ¡Ajuuua!!! Y Kawaghi para vicepresidente. Con estas notas ni ganas de levantarme de la cama me dan. Pienso que sería inutil hacer un esfuerzo por hacer hoy las cosas mejor que ayer... pero no hay de otra mas que seguir arando, esperar a que los frutos de uno se den y que a estos güeyes los parta un rayo. Amén. La nota que me alegra la mañana es que José Emilio Pacheco, mi gran maestro y gran influencia pa´las mugres que escribo, ganó el premio García Lorca. Así se hace, chingón.

lunes, octubre 10, 2005

vidas tristes...

Un amigo me platicó hace poco que vio a su ex y quedaron en salir a tomarse unas cheves. A la mera hora salieron, pero a tomarse un café, porque alguno de los dos sintió que con unas cervezas encima podían pasar muchas cosas "inapropiadas". Su ex ya está casada, mi amigo no. La chava se casó con un güey políticamente correcto, de esos con negocio propio, que se la pasa jalando todo el día pa´tenerla contenta y demás; pero la morra le confesó a mi amigo que era a él a quien siempre había amado y con quien se la había pasado de lo mejor. Que su matrimonio iba en picada y que no sabía cómo decirle a su marido que no lo amaba y que las cosas no estaban funcionando. Hace poco, vimos a esta ex de mi amigo embarazada; obviamente, de su esposo, creyendo tal vez que si tenía un hijo de él lo iba a amar de verdad o iba a tener un motivo fuerte para no abandonarlo y seguir con su farsa de la familia feliz y perfecta. Concluímos que ella también pasaba a formar parte de nuestra lista de vidas miserables, junto con las demás personas, conocidos, amigos, familiares y de más que buscan su felicidad en cosas ajenas a ellos y que dejan a un lado la honestidad del sentimiento y del pensamiento para jugar un papel social moralmente aceptable que le dé gusto a las demás personas; menos a ellos.
Saludos.

sábado, octubre 08, 2005

otoño morning

Como que a las mañanas de otoño les da hueva amanecer tan temprano, porque siempre tienen ese aspecto neblinoso que le da una tonalidad terracota a la luz, lo que le impide penetrar las cortinas del cuarto. Los amaneceres de octubre se ven rejuvenecidos: las 8 de la mañana parecen las 6 de la mañana. Tal vez es el frío el que obliga al sol a quedarse huevoneando bajo las sábanas de la madrugada. Hacía muchos meses que no usaba un sweater y el aroma a madera vieja del cajón opaca el del jabón Palmolive Botanicals que, justo 5 minutos antes, paseaba por mi cuerpo. Me recibe un vientecillo con el cabello húmedo al abrir la puerta. Se siente tan bien que hasta la julieta que cuelga de la sala se mece. Definitivamente es otoño, pues el aire huele distinto; no recuerdo a qué, pero si me acuerdo les digo. Es un frío que no cala, una temperatura sabrosa como ensalada de atún con sopa de coditos. Un viento helado que respiramos con gusto, como el maestro de educación física de la primaria nos decía que respiráramos: profundo, reteniendo y soltando poco a poco. Las hojas tintinean en cámara lenta a cada soplo. Casi todas las hojas se han teñido de güero. Una que otra es robada de las ramas por la brisa, terminando en el suelo, donde morirán y emitirán un ¡crunch! cuando alguien las pise. El aire envuelve mi cabeza y enfría mis orejas. Es un viento uniforme, sin modalidad high o low, es constante en su vuelo y en su aroma que no recuerdo a qué huele. Saco las manos de mis bolsillos y acomodo el banquillo. Pido 5 de barbacoa en harina. Los comensales, todos, beben café. Definitivamente es otoño porque huele distinto, pero luego les digo con exactitud a qué huele porque ahorita no recuerdo.

jueves, octubre 06, 2005

women...

Mujeres. Viví con ellas más de 26 años porque me lavaban, cocinaban, planchaban y presentaban amigas. Lo sé: soy un asco; pero como el pendejo que fui, así hay muchos todavía. Viví más de 9 meses encarcelado dentro de la panza de una mujer. La misma que me amamantaba y me limpiaba la colita cuando hacía popó y que también tuvo a dos niñas que me molestaban por mi look ochentero del grupo Magneto cuando me iba al baile. Y no por el hecho de tener dos carnalas y una jefa consentidora me hice maricón. A mi jefecita siempre la respeté, pues nunca me regañaba, y a las otras dos cabronas les hacía la vida de cuadritos cuando ellas trataban de hacer complot en mi contra. Cuando yo llevaba amigos galanes a la casa, mis carnalas salían a ver qué tal estaba el ganado; al igual que yo me asomaba cuando ellas llevaban amiguitas a hacer la tarea: ahí me podían ver en la ventana, con mis amigos, como perros, nomás viendo cuál de todas estaba bien buena. Viví 9 meses dentro de una barriga, chupando pura placenta piña colada con popote de ombligo. Naci yo, y nacieron mis hermanas (que no se las presto si no me las piden). Obviamente, nacieron bien guapas como yo mero, qué chingaos le hacemos. Mujeres. Me caga cuando dicen "quién entiende a las mujeres". Yo las entiendo sin ser el putote de Almodovar. Viví dentro de una de ellas por casi un año y tengo dos carnalas histéricas que se pelean por la ropa, les baja cada mes y me besan con amor y me odian cada vez que se les antoja. Al menos yo siempre he sido bien sincero con las mujeres, porque tengo 3 en casa (la que era mi casa). Me he enamorado a primera vista, me he desencantado a primera vista, me he acostado en la primera noche, he vuelto a llamar y no he vuelto a llamar; me he enamorado sin conocer, he sido fiel mucho tiempo, he sido infiel con la que no me da seguridad (y se lo he dicho), he dado todo, he perdido y he ganado, he ganado y he perdido. Pero siempre he sido honesto. Si mi jefa me dice: "¿vas a ir a la misa de tu abuelito?", le digo que las misas me dan hueva. Si mi hermana me dice que qué tal se le ve el vestido, le digo que bien, cuando se le ve bien, y mal, cuando se le ve mal. Al igual que cuando te dicen: "¿Me quieres???"... Yo siempre he sido bien honesto, y de eso no se pueden quejar... Salud por las mujeres... por la mujer... por esa mujer... por ella...

martes, octubre 04, 2005

a ninguna parte...



Uuuuts, qué chiro liro se ve este pedo. Aspiro aire salado y siento cómo unas gotitas de sudor me brotan de donde brota mi bigote. Pienso que no es malo no saber hacia donde voy, siempre y cuando sepa hacia dónde no quiero ir. Y ahorita no se me antoja ir a ningún chingao lado. Es como cuando uno no sabe qué es lo que quiere, pero sabe muy bien qué es lo que no quiere. Paseo mi mano por el labio superior y lo exprimo con delicadeza, desvaneciendo el bigotillo de sudor, mientras el viento se encarga de secar el resto. La soledad siempre me susurra este tipo de ideas al oído. La soledad siempre me platica muchas cosas, siempre la escucho; pero nunca le pido sus consejos. Me gusta la soledad y no creo que sea tan mala si se le conoce bien. Es a toda madre, nomás que hay que llevarse de piquete de cola con ella. Es más, no creo que estemos del todo solos; siempre estamos en compañía de nosotros mismos. Todo esto es como una burbuja, donde sólo se escucha el rugido ronco del mar. Es como si trajera puestos unos audífonos con caracoles en las orejeras. El viento despeina los palmares, al igual que mis pocos cabellos, y choca finalmente con las rocas de la orilla, como lo hacen las olas. Los granos de arena se desprenden de la playa y van a dar directo a mi rostro, empanizándolo como milanesa. Cierro un poco los ojos y limpio mis labios con la lengua. Mis dientes trituran diminutos fragmentos de concha y piedra pulida; es como comer un pedazo de océano, un pedazo de vida. Ramos inmensos de nubes cubren el sol, pero sigo sudando por esta caminata a ninguna parte. Se aproxima una tormenta. Me gusta la lluvia, pero me gusta más cuando llueve en el mar, porque todo se convierte en agua y uno no tiene que correr a refugiarse bajo algún techado para no arruinar la ropa. Decido nadar un poco para quitarme la arena pegada en mi espalda, en mi pecho, en la frente. El viento aúlla con fuerza y se quiebra el cielo como un cristalazo: el primer trueno se escucha. Antes de que las olas acaricien mis dedos de los pies, un enjambre de gotas de agua ataca furioso desde las oscuras nubes. Me tumbo en la arena con los brazos y la boca abierta. Otro trueno se escucha a lo lejos y los relámpagos garabatean en el horizonte. Es bueno estar en compañía de uno mismo cuando no se va a ninguna parte.

domingo, octubre 02, 2005

alguna vez soñamos...

Algunos soñaban con ser futbolistas, por no decir que la mayoría. Querían ser futbolistas profesionales por es simple hecho de que se divertían pateando el balón, no porque los jugadores ganaran una fortuna. Otros eran más inocentes y decían que querían ser policías o bomberos, cosa que no sucedió cuando crecieron y se dieron cuenta de lo miserable de los salarios de estas profesiones y mejor optaron por ser doctores o licenciados. Otros más decía que querían ser buzos o veterinarios de animales salvajes. Algunos, más románticos aún, soñaban con ser escritores o pintores; salir en la tele o hacer películas. Las niñas querían cantar o ser artistas famosas: se ponían frente al espejo a hacer play back con algún disco de Timbiriche de fondo. Algunas otras querían ser maestras o azafatas. Otras niñas sólo obedecían a su condición de mujer y soñaban con ser madres de 3 niños y esposas que le cocinaran rico a su marido. No sé cuántos de ellos hayan logrado ser lo que añoraron ser de niños. Yo sólo recuerdo aquellos días en que, con trozos de cal endurecido que encontraba en las construcciones, dibujaba mil formas sobre el pavimento: perros, caballos, payasos, marcianos, dinosaurios. Me acuerdo que, cuando llovía, el agua se ponía lechosa al pasar por mis dibujos y se los llevaba; así como el tiempo se lleva los sueños de la infancia.